
la nostalgia tiene precio
. . . las lágrimas deben ser lloradas
. . . las lágrimas deben ser lloradas
19-12-2008
y fue don Cosme esa tarde
quien portaba la bandera
erguido como el mástil
al sostén de sus manos
su mirada de cielo y de antaños
evocados
la figura de un patriarca . . .
el patriarca del Urquiza
callado como un árbol
heraldo del pasado
y su fronda frutecida
en don Carlos Damiano
representó a los padres
de todos los que fuimos
alguna vez
rapaces
de jocunda correría
“Los años melodiosos”
escritos por don Ángel
son tal vez la memoria
de un siglo sepultado
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
mis ancestros llegaron
en el año veinticinco
y ocuparon una casa
allí apenas a dos cuadras
cuando nadie imaginaba
lo que de Abril sería
un terreno baldío
en una esquina oscura
y gastaron sus pasos
por veredas y empedrados
cuando inocentes miraban
el paso del tranvía
y después . . .
mucho después
no supe (nunca supe)
por qué elegí esa esquina
Condarco Dos Noventa
al encarar a sabios
que serios me escrutaban
seguro he tropezado
con Carlos . . . es seguro
al recorrer el barrio
de todas las florestas
y sí . . . quiero pensar
que alguno de los míos
conocieron a Cosme
tan siquiera en la costumbre
del saludo y el sombrero
. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
yo he nacido en la Docta
la de Arturo Capdevila
y los planos sin tiempo
confunden mis recuerdos
el patio del Liceo
de Cosquín
mi tierra amada . . .
y ese timbre majestuoso
de un patio
el del Urquiza . . .
y hoy después de tantas lluvias
y otoños olvidados
he visto a los Damiano
colegas de barriada . . .
y recordé a ellos
maestros de renombre:
a Wirt, a don Vainer,
a Canabal, a Muse,
a Maglia, a los Ponce,
a la hermosa Caracoche
y a Mazzei siempre sonriendo . . .
y mis ojos contuvieron
una lágrima rebelde . . .
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